Maldición

Maldición
HORROR

miércoles, 25 de julio de 2012

039 Al mismo tiempo, a unos pocos kilómetros, dentro de la feria de atracciones. La gente entraba a al “Túnel del Terror” para asustarse un poco. No se daban cuenta de la diferencia entre monstruos mecánicos y el camuflaje que tomaron los adsorbidos dentro del mismo.
    Jóvenes chulos con sus novias se jactaban de la atracción. Y las jóvenes aprovechaban para acercarse a su acompañante para que las protegieran de sus miedos.

    Los extraños seres de ojos desorbitados puro huesos parecían muñecos bajo la luz tenue que se encendía y se apagaban. Dejando a ciegas por instante mientras algún alarido retumbaba en el recinto.
   Un joven le dijo a su novia:
—Este parece mi primo que se quedó así de tanto chute...Ja,ja,ja.
    Pero un segundo después la risa se le atraganto cuando el personaje se movía lo miraba y saltó sobre él. Su novia pego un grito pero nadie se inmuto.

   La novia dejo a su mal afortunado novio al que le hundían los dientes al cuello y se cayó al suelo con el adsorbido encima.
   Ella confusa corría y tropezaba con figuras aterradoras que volvían locos a sus pies. Así se encendió la luz, y se quedó pasmada al ver que dos figuras la cercaban. Supo entonces distinguir entre el muñeco que no se movía y los seres dientudos que la atraparon está vez.

   Y entre gritos y forcejeos ella  cayo al suelo esta vez.

     Su cuerpo fue mordido por dos fieras hambrientas dispuesta ha cazar toda presa que entrará a su guarida.
   Pero mientras unos animales esperan, otros salen a merodear a ver que encuentran. Y un Absorbido aparco su camión al costado de una casa alejada de los pueblos y en medio de la carretera. Tenía hambre y tenía compañero, que ahora lo seguía como de la misma familia.
   Saltaron la cerca y ningún perro les salió. Así que rondaron la gran mansión para encontrar un hueco donde colarse.
   
   Con el calor de verano, una ventana estaba abierta y por allí el Absorbido entró. Con sigilo se movía aprovechando la indefensión de aquel hombre dormido y que no veía que se acercaba su peor pesadilla.

   El ser se deslizó en su cama, como una serpiente que se desliza sobre el agua.
   El hombre no se molestó, pensaría que sería su mujer que le acercaba con cariño para darle un beso.

   ...¡Por lo menos, murió soñando!
      Su dulce mujer se encontraba preparándose para dormir. Sexy con sus ruleros y cremas no sería raro que le sirvieran de protección para maleantes ocasionales , que al verla así y tan fuerte, por años no se atreverían a entrar a su hogar.
    Se dirigía del baño, lista para acostarse por los largos pasillos de su casa, sin ver lo que venía por el otro pasillo en el que confluían.

    La reacción la tuvo la mujer, que al ver al fiero personaje lo tomó con sus manos y apretó su cuello tísico . Los ojos del Absorbido no salieron más porque estaban ya casi afuera. Creó que el ser se asustó.
   Pero su compañero de caza salió de algún lugar y completo la faena con la mujer dándole unos feroces mordiscos que cortaron su yugular.


       Mientras Silvia llegaba a un recital, que en un pueblo con sus fiestas amenizaban a su población. Allí aprovechaban los jóvenes para montar su botellón y a la luz de la luna llena ser feliz con música compañía y alcohol...y otras plantitas más fuerte.

     ¡Que feliz estaba Silvia, sabía que esa noche abría marcha!
   Continuará...

viernes, 20 de julio de 2012

038  La temperatura de verano invitaba a los senderistas de montañas a salir de camping. Una pareja de novios armaba su tienda en el espeso bosque de pinos al atardecer. La aventura de sentir la naturaleza y hacerlo por sí mismo los estimulaba con el echo de estar aislados  les parecía romántico.

    Entrada la noche, una fogata prohibida iluminaba su campamento y ellos se la pasaban entre besos y cervezas. No daban cuenta que en la oscuridad se movían como sombras los hambrientos seres salvajes que buscaban su presa. Un zombi acompañado por un lobo los rondaba.
   La chica se detuvo y prestó atención a un ruido que la alertó:
—Alto, ¿has escuchado?
   Su novio le dijo:
—No..., pero debe ser las alimañas del bosque. Un zorro o una ardilla que corren en los arbustos.
—No me gusta.
El  joven fue hacía ella y le dijo:
—Pero yo se lo que te gusta.
Y tomándola entre los brazos la beso.

   Justo ahí es cuando se produjo el ataque. El zombi y lobo corrieron hacía la pareja en pleno besar. El joven no tuvo nada que hacer cuando recibió un abrazo mortal coronado de mordiscos poco amorosos que le proporciono el monstruo de bata blanca. La joven tuvo más reacción y logro salir corriendo.

   El lobo corrió tras de la mujer y dando un salto la cogió por la espalda y está cayo con los colmillos clavados en la nuca. 
  Un grito desgarrante salio de su boca hacía los confines del bosque y montañas que reverberó con eco mortal.
continuará.
 

martes, 10 de julio de 2012

037    La mañana llegó y en el Obispado se presentaba un joven sacerdote ante el Obispo que lo esperaba y lo saludo:
—Padre Miguel, me da gusto que haya venido. ¡Y que rapidez!
   El hombre con su vestimenta negra de camisa y pantalón ,le beso la mano. Luego le dijo:
—Estuve en unas charlas ayer en Madrid y venir me quedaba a mano. Por eso la Santa Sede coordino conmigo para que evalué su petición y si se diera el caso ejecutar un exorcismo, que es mi especialidad.
   El Obispo estaba animado y le dijo:
—Espere un segundo que llamo a Sor María. Una testigo fiable del asunto del Padre Silvio, un cura de pueblo de montaña.
   Mientras esperaban, el exorcista le dijo:
—Tendré que ver a ese cura para buscar pruebas de posesión. Hace mucho que no tenemos casos dentro de la curia. Si se atiende a muchos a feligreses, pero un cura que da misa es raro.
   El Obispo le contó:
—Dejo de dar misa por casi veinte días porque manifestó ante mí que tenía problemas con su sexo. Así que mande a mi mano derecha, Sor María. Ella le contará.
   En ese momento entraba al despacho del Obispo y luego de las presentaciones le contó:
— Salió del baño como una mujer. Tenía senos y hablaba como mujer. Luego que la increpe me atacó. Con una sola mano me levanto en el aire y luego me tiro fuera de la casa.

  El exorcista le dijo:
— Puede ser que este usando pelucas y prótesis. Y aún así ser un caso de posesión,ya que la haya levantado con una sola mano es un caso de Sansonismo. Y el cambio de voz, también puede ser candidato a un exorcismo.
   El Obispo le mostró el dibujo robot que distribuyó la policía:
— Debe apurar , la policía anda buscando a está mujer, que es a la que Sor María reconoció.
   Sor María dijo:
—Señor exorcista, lastima que la iglesia dejo de quemar a las brujas. ¡Esa mujer es el demonio! y deberíamos hacer como antes hacía la Santa Inquisición... ¡Quemarla en aceite hirviendo!
   El cura se santiguo, no podía creer lo que le decía la monja.
   Esa misma tarde el exorcista golpeaba la puerta de la casa del cura.

   Abrió la puerta Don Silvio que saludo al otro cura que se presentaba:
—Hola señor Silvio, vengo encomendado de la santa sede y del Obispado a ver que tal se encuentra. Si me permite pasar.
   Don Silvio muy atento le dijo:
—Adelante por favor. Me alegra que me manden un padre. Me enviaron una monja salida de libros de historia.
   Miguel se rió y le contesto:
—La conocí. Y le doy la razón, esa monja sería una buena suegra de cualquier mortal. Tomemos asiento así platicamos.
   Don Silvio se sentó en el sofá y le dijo:
— La verdad es que yo llamé por ayuda al Obispo. Me sentía mal y creó que es por una broma de alguien. Creó que fui drogado o gaseado con anestesia y se han burlado de mí vistiéndome de ramera. Pero cuando vino Sor María todo paso, creó que esa mujer era peor que cualquier cosa, por eso tuve que echarla.
   Al exorcista le faltaba algo de la historia y le preguntó:

—¿Y no recuerda que haya pasado algo más?
—No. He vuelto a mi rutina de dar misas a la tarde y no sé nada más.
   Miguel le comento:
—Ha tenido dudas o excitación sexual.
   Silvio le contestó:
—Sí. Pero creó que no era nada. Siempre uno tiene algo de atracción a las hembras pero me las aguanto o recurro a Manuela.
El exorcista rió y le dijo:
—Creó que todos los seminaristas íbamos tras de Manuela pero como dicen en Roma. Una mano lava a la otra, pero antes hay que usarlas.
Ambos rieron.

El exorcista le parecía normal todo, pero le dijo:
—Si no le molesta hoy estaré con usted en la misa, para asistirlo y mañana marcharé.
Don Silvio le dijo:
—Me sentiré alagado que hoy me acompañe.
   La misa transcurrió normalmente y el padre Miguel no notó nada fuera de lo normal. Un cura poseído no podría celebrar la misa, beber el vino y la ostias consagradas; según el creía.

   El ocaso se acercaba y cerraron entre ambos las puertas de la pequeña iglesia cuando los se marcharon. Luego cerraron la capilla y marcharon a la casa del cura. Miguel le venía leyendo un capitulo de la Biblia para reflexionar entre ambos.
—Jesús habla que no existe causa de separación y quien lo hace comete adulterio.
Silvio le dice:
—Yo digo que adulterio no tiene porque ser malo. Adulterio es porque es de Adultos, después de esto Jesús habla “de dejad que los niños vengan a mí. Adúlteros; luego sobre niños, hay relación.

Pero Miguel no le veía el punto de ver de Silvio y se quedó en la puerta de la cocina leyendo y hablando de su interpretación.
     Don Silvio fue a abrir la ventana de la cocina y al hacerlo vio la luna llena brillando en la noche. Al momento se sintió mal. Sus fuerzas flaquearon y tuvo que sostenerse contra la cocina con sus manos.
    Su cabello le creció en instantes cubriendo su rostro y su cuerpo se transformaba debajo de la sotana. Silvia salía y Silvio se esfumo.

    El cura Miguel seguía entusiasmado con su parloteo y de repente se gira hacia la puerta de la cocina y se encuentra con una mujer a pecho descubierto que le sonreía. El impacto visual fue tan grande que dio un salto atrás y soltó la Biblia. Se tapo los ojos y gritó:
—¡ Vete de aquí maligno. No me vencerás con tus trucos!

   Silvia le contesto:
—Nada guapisimo, solo quiero cambiarme está ropa.
   Y con un gesto sensual se quitó los pantalones.

    Miguel abria un poco los ojos y luego los cerraba con más fuerza mientras un calor le subía y le bajaba.
   Corrió entonces a un aparador donde estaba su equipo de exorcismo y logro sacar una cruz de madera. Silvia ya venía trás él.
    Miguel estendió el brazo con la cruz con los ojos cerrados, no apuntaba a nadie porque no quería mirar al cuerpo desnudo  de Silvia que le prevenía:
—Sería mejor que abriera los ojos. Tu cruz la apuntas para cualquier lado.

   Y Miguel le decía:
—¡Vete de aquí Satanas, vuelve al inferno de donde has salido!
   Más Silvia le contestaba:
—No.  No soy satanas. No te das cuenta que yo soy mujer y que me chiflo por curas como vos.
   Miguel seguia con los ojos cerrados y santiguaba a los cuatro costado.
   Silvia le seguiá diciendo:
—¡Pero abre los ojos, hombre!¡ O tienes miedo de las mujeres!
    Pero el exorcista no los abría, solo rezaba y santiguaba.
    Silvia con un solo movimiento trabo su brazo por la muñeca y lo inmovilizó, metiendose cuerpo a cuerpo con el cura que quedo con su brazos trabados.

Silvia le advertía:
— ¡Uy, ahora estamos juntitos y yo indefensa! Siento que tu corazón late desvocado. Te pongo, ¿verdad?
   Miguel se retorcía sin poder sacarsela y decía:
—Maldita serpiente embaucadora. ¡Dejame!
   Silvia como si el fuera de papel le dijo sonriente:
—Te dejare en la cama. Y espero que no te duermas, vamos mi amor.
 Y con una pequeña inclinación el sacerdote quedó montado a su espalda sin poder hacer nada. Silvia fue del salón al dormitorio y Miguel gritaba:¡Nooooo!


   En el dormitorio, Silvia se detuvo y le dijo:
—Espero que allí sepas hacer otra cosa que no sea dormir.

   Y Miguel con valor le dijo:
—¡Sí. Leer!
—Púes hoy no te dejaré.— Y lo lanzó por encima a la cama y se le volo su cruz.

   En la cama Miguel estaba a merced de Silvia que le dijo:
—Pobrecito, parece que esta será tu misión más difícil. Darme toda esa energía que guardas para nada.
   Y ella saltó sobre él. Sin embargo Miguel siguiendo su cruz se giró y cayó al suelo mientras la bruja caía sobre la cama. El exorcista salió corriendo entonces como si fuera un cohete.


   Silvia se sentó en el borde de la cama y se puso a reír con toda su fuerza. Le pareció cómico la huida de aquel sacerdote, que no la pudo enfrentarla por sus pudores y ansias internas.
   Mientras el exorcista corría por el costado de la ruta que salía del pueblo ofendido en su fuero interno. El no tenía miedo de enfrentarse al diablo en persona o a cualquier monstruo desfigurado que le apareciera. Pero que una mujer desnuda le enfrentará era mucho para él, todavía era joven y su pudor no le permitía mirar lo que el tenía prohibido.

     Al rato de caminar un automóvil se le puso a su par. Escalofríos le dio al cura al ver conduciendo a Silvia, que le dijo:
—¿Lo llevo padre Miguel?
   Miguel giró su cabeza y camino más deprisa con su tranco.
   Silvia lo seguía a su costado y le hablaba:
—¡Que lastima guapo, tú te lo pierdes! Me voy de marcha a divertirme a comer y beber.  Ha... y ten cuidado que con esas ropas oscuras no se te ve. Puede pillarte un coche. ¡Adiós reprimido! Ja, ja, ja.
   Y el auto se perdió en la noche. Solo la luna llena iluminaba la noche.
Continuará...

viernes, 6 de julio de 2012

036     El Dr. Martín frustrado de no alcázar al cuerpo, se levantó y fue a otro de los compartimiento del refrigerador para abrir la portezuela donde estaba el otro absorbido que seguía golpeando la caja de la heladera queriendo salir.
   El Maestro Lo le trato de detener pero ya era tarde.
   El muerto vivo cogió la mano del Dr. Martín, he impidió que le coloque el papel conjuro.

    Con terrible agilidad el absorbido giró sobre el mismo y cayó de pie como un gato ante el Dr. Martín con intensión de zamparle un mordisco. Pero el Maestro Lo intervino con un movimiento aún más veloz; de voltereta y patada.
             
   Los dientes del absorbido volaban por los aires mientras el monstruo era levantado a unos metros por la fuerte patada.

   La velocidad conque se levanto el absorbido fue asombrosa, pero a igual velocidad el Maestro Lo se ponía a su par y le propinaba un codazo que rompió costillas.
            
   El monstruo se frenó.

   Y seguidamente Lo, con movimientos de rayo, saco un papel conjuro de su bolsillo y se lo aplicó en el pecho. El absorbido se desintegro a solo sus huesos.

    El Maestro se incorporó y los huesos cayeron al suelo. El Dr. Martín resoplo. El Comisario y la Inspectora entraban a la sala, viendo el último suceso.
      
       El Maestro Lo les habló:
—Ahora, estos hijos de bruja descansar en paz. Tú Comisario, has logrado usar papel santo porque creer y tener fe. Tú poder ayudarme a pelear contra la bruja Jiang Shi.

    El Comisario Hernández le dijo:
—¡Lo haré! Pero usted me enseñará un poco de su Kung Fu. Tengo que defenderme de su alumna. Es más peligrosa que estos monstruos y  todavía tengo dolorido el cuerpo de la paliza que me dio.
   Todos rieron.
    Más el Dr. Martín intervino:
—¿Que pasa si un adsorbido mata a alguien?
—Revivirá en noche de luna llena. Cogerá la infección.
—¿Y si alguien es herido?
—Muy doloroso, pero se puede curar, si saber como. Sino también poder morir, y revivir con luna llena.
—Lo mencione porque mi colega desapareció del refrigerador. Creó revivió y marcho.
   El Maestro Lo dijo:
—Primero buscar comer, luego buscar donde dormir durante el día. No pueden quedar a dormir bajo el sol. El sol puede destruir por su energía yang.
   El Comisario dijo:
—Púes pondremos una orden de búsqueda para todas las unidades de policía de la zona. Y si alguien lo localiza nos informarán de inmediato.
   Gabriela dijo:
—Entonces salgamos nosotros también a buscarlo.
El Maestro Lo dijo:
—Iremos los tres... Dr. Martín un honor conocerlo.
   Y los tres volvieron al coche para recorrer en la noche las calle de la ciudad.
Continuará...
   


martes, 3 de julio de 2012

035  Los inspectores y el Maestro Lo se presentaron en el Centro Forense ante el Dr. Martín, que los saludó e informó que había actividad en los cuerpos del joven de la discoteca y de la decapitada. Que desde dentro de las cámaras refrigeradoras estaban golpeando haciendo un ruido insoportable. 
   El Maestro Lo le dijo:
—No se molesten por los ruidos. Quieren alimentarse...¿Podría mostrarme donde está la cabeza que revivió?
   El Dr. Martín les pidió que lo siguiera a una sala. Allí, en una mesa, la cabeza estaba dentro de un recipiente de cristal, movía todo sus músculos con movimientos espasmódicos que le hacían hacer gestos horribles.
   El Maestro Lo les explicó:
—Esta cabeza no muere porque tiene infección de  la bruja Jiang Shi. La bruja le quitó toda su energía; y ahora poder moverse, por fuerza de la luna llena. Este cuerpo tener hambre, pero no saber como alimentar. Creer que gente es alimento, pero falso. Ellos ya no puede volver a comer... Pero si ellos matar a otra persona, estos no tan consumidos como los absorbidos por bruja y cuando luna llena también levantar para comer.
   El Comisario dijo:
—Entonces son peligrosos.
   El Maestro Lo le contestó con seguridad:
—Sí. Mucho peligro en noche de luna llena.
   El Dr. Martín intervino:
— Esa explicación no es científica. Pero yo confirmo que hay una infección de algún tipo, y que están en estado de letárgia hasta que hay luna llena, y reviven. A nivel celular, hay una reactivación micro fibrilar o de su citoesqueleto pero las células están muertas. Lo que nos plantea que no los podemos destruir ni haciéndolos picadillo, pues sus componentes podrían infectar el agua o la tierra y así extenderíamos más la infección.
   El Maestro Lo volvió ha hablar:
—Si se puede destruir a hijos de la bruja. Ellos ser de energía ying, energía yang destruir. Si método taoista de meditación y ritual de santo, puede contrarrestar su energía.
   Gabriela le preguntó:
—¿Nos hará una demostración, Maestro?
—Si Comisario y Dr. Martín me permitís. Yo ahora mostrar con está cabeza, para que ella conseguir reposo.
   Ellos dijeron: sí, al unísono.




    El Maestro Lo busco entre sus pertenencias un collar de perlas negras y se lo colocó, al mismo tiempo que hacía unas plegarias.  Y saco de su bolsillo una tira de papel rojo con inscripciones chinas. Se acerco a la cabeza móvil y se puso a rezar casi inaudible. La cabeza lo miraba desde el frasco como si supiera algo.  Luego con un rápido movimiento el Maestro puso su mano con el papel contra el frasco y lo dejo allí. Al momento el poco de piel que había en esa cabeza se pulverizó y solo quedo la calavera en el frasco.

   Todos se sorprendieron, y el Dr. Martín se acercó y le preguntó:
— ¿Que son esos papeles rojos?¿Que tiene escrito?
   El Maestro Lo le explicó con su rebuscado español:
—Ser caligrafía china secreta, de santo. Solo poder escribirse por sacerdote taoista para guardar energía yang.


   El Dr. Martín asoció:
— Es como cuando nuestros curas  bendicen el agua o consagran la ostia...para mí, tonterías.
   El Comisario Hernández le dijo:
—Usted Dr. Martín, no cree y eso que lo ha visto como funciona.
   El Dr. Replicó:
—Yo no me aparto de la ciencia. Todo se puede explicar científicamente y yo tengo mis teorías.
   Atrás, los ruidos de los refrigeradores aún seguían y el maestro Lo le dijo:
—Ahora ir por el cuerpo de este adsorbido. Todavía falta dar reposo.
   El Dr. Martín guió hasta la heladera y les indicó.
   El Maestro Lo les dio al Dr.,al comisario y a Gabriela un papel caligrafiado y les aleccionó:
—Ahora probar ustedes. Cuerpo no tener cabeza así que no poder morder. Solo poder arañar pero menos peligro. Colocar al papel sujeto con tres dedos y usar para golpear al absorbido. Si bien, el descansar.
   El maestro tomó el picaporte y abrió la portezuela, de la que salto el cuerpo sin cabeza y consumido, pero que se movía a gran velocidad.


   El cuerpo descabezado corrió entre ellos y todos quisieron pillarlo, pero fueron sorprendidos  por la rapidez de aquel subhumanoide.
 
    Pero ellos no desistieron y el Graciela junto al Comisario fueron tras él. Ya corrían por la sala aledaña y el cuerpo adsorbido  corría sin control, pero corría.

   El absorbido daba saltos de aquí para allá, como una pelota de goma loca.  En plena huida hacía adelante, este se giró , corrió para atrás y saltó sobre el comisario. Este con buenos reflejos lo frenó con un golpe a su pecho.

   Instantáneamente el cuerpo sin cabeza se deshizo de sus pocas carnes y quedo una pila de huesos, que cayeron al suelo.

   Gabriela que se despistó y corrió por delante se dio vuelta para verlo. Luego se acercó he hizo un gestó de conseguido el objetivo lo felicitaba; y él satisfecho le devolvía la felicitación gestual.
Continuará...