Maldición

Maldición
HORROR

martes, 14 de agosto de 2012

042     El Maestro Lo siguió investigando en el recorrido del “Túnel del horror”  y se encendió la luz de una jaula de tortura medieval donde dos esqueletos que se exhibían como torturados. Mas, al pasar el Maestro Lo, uno de los cuerpos se giró y se colocó en la portezuela de la jaula en acecho.
    El Absorbido se arrojo a espalda del monje taoista, aferrándose con sus huesudos miembros como una boa constrictora a su torso.
    Pero la reacción del monje fue instantánea y disparo una patada que cruzó su línea media y alcanzó  en la cara de aquel espectro.
   El absorbido se desprendió por el impacto y caía hacia el suelo; pero el Maestro Lo, con velocidad de un rayo, cambio de piernas y al mismo tiempo ya lanzó una segunda patada que lo intercepto en el aire.
   El absorbido volvió por donde vino y entró por la portezuela de la jaula. Entrando al revés y quedando trancado. Sin perder un instante el Maestro Lo saco de su bolsillo de la camisa un papel de caligrafía santo y se lo colocó en su frente.
    Al instante el Absorbido se le consumió los pocos tejidos de piel y músculos que le quedaban, los ojos se pulverizaron y solo quedó el esqueleto tras un estertoroso temblor.
   El Absorbido quedó allí y parecía formar parte del decorado de la atracción de la feria.
   El Maestro Lo siguió caminando por el siguiente pasillo, y tras de la figura de cera de un hombre lobo, un absorbido lo esperaba con una emboscada.
   El ladino espectro empujo la figura que cayó sobre el Maestro Lo, que volvía a reaccionar como un rayo y se quitaba del lugar mientras que su mano como un hacha arrancaba un brazo a la figura. Pero el absorbido no dudo en correr hacía el para atraparlo.
    Instantáneamente, Lo tiró una patada circular que el absorbido recibió de lleno en su feo rostro y salió despedido al suelo.
    Lo, pateo a la figura para que le caiga encima  y el absorbido recibió todo su peso.
   Inmediatamente, el Maestro Lo, saltó para sentarse sobre la figura quedando el absorbido inmovilizado por su peso.
   Al momento se acercó el exorcista Miguel y le dice:
—Tienes a otro maldito atrapado. Póngale uno de tus papeles de caligrafía santos para que descanse en paz, hombre.
    El Maestro Lo le dijo:
—Papel caligrafía santo, se terminar ¿Tú tener algo para combatir el mal?
   El exorcista le respondió:
—Si. Tengo agua bendita, que nosotros usamos en ritual en nombre de Cristo.
    Saco un botellín de entre sus ropas y le hizo la cruz en la frente mientras le recitaba:
—En vocabulum del padre ,del filius itaque del espirtu sanctus. ¡Muérete pedazo de animal del demonio!
   El monje Chino le recomendó:
—Nosotros también usar agua en ritual. Agua carga energía, pero por fuera, solo lo quema. Tener hacer que beba para que espíritu salir.
   Inmediatamente el cura exorcista  uso el consejo y metió el pico del botellín en la boca del absorbido que bebió a la fuerza.
   El absorbido lanzó humo mientras se convulsionaba. El agua parecía actuar como ácido. Los dos sacerdotes se levantaron y oraron en su lengua.
  El Absorbido se consumió a esqueleto y descanso en paz.
  Continuará...



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